miércoles, 26 de febrero de 2014

A tientas

"Una solución que te hunde vale más que cualquier incertidumbre"
- Boris Vian

El paso por la vida es una incógnita constante, recorriendo a tientas las calles frías donde nadie se preocupa por nadie. El paso por la vida es una incógnita constante. Sostienes el hilo por el que trato de mantener el equilibro. No soy yo quien controla mi destino, al menos, no ahora. Quién decide si caer o llegar. Cómo mantener la fuerza ante el gesto más inesperado, eso que me otorga un instante de quietud. Eso que detiene el tiempo y lo hace mío. Ese instante en que me mezclo con el aire y siento que volar es cosa de aficionados. Yo soy el aire y hago que te balancees conmigo. Yo soy el aire y te permito respirar. Soy el perfume que desprende tu cuello. Soy el espacio entre tus pisadas. Una mentira que dura tan solo unos segundos, hasta que me doy cuenta que no soy yo quien domina mi respiración, mis sentidos. No soy yo el aire que me pesa en los hombros, ni el oxígeno que me falta por las mañanas. La llave que hace bombear mi sangre, que hace que todo mi cuerpo sienta o se desplome. 

   Y hoy siento que el viento mece mis recuerdos, cuando ayer los enfriaba. Cómo explicarte. Me pierdo entre las horas, me agarro a los momentos que se graban en mi memoria. Recuerdos que se unen formando un puzle. Demasiadas piezas quieren encajar y, por más que lo intento, no puedo. Quiero entender por qué está pasando esto ahora, qué va a pasar después. En cambio, siempre hay alguien que me recuerda que hay etapas en la vida que solo podemos entender cuando tenemos la suficiente distancia en el tiempo como para leer el cuento completo. Poder ver la figura que forman nuestros actos. Es como estar en un pozo y solo ver ladrillos, oler la humedad, sentir el frío, sudar del pánico. Demasiado miedo a trepar, demasiado miedo a llegar al final y encontrar una realidad desconocida. Cosas sin sentido me pasan por la cabeza, ya ves. Así van las cosas ahora.  

             
   

martes, 25 de febrero de 2014

La voz del silencio

Hay ocasiones en que me siento a escribir, en las que quiero plasmar de una vez todo lo que siento dentro de mí. Es precisamente cuando más lo necesito, cuando menos surgen de mí las palabras que lo describan. Reconozco que, en esas ocasiones, solo puedo refugiarme en las letras a las que otro dio voz...


"Quisiera estar un poco a solas con los sueños que perdí.
Y del misterio del silencio una voz viene hasta mí, y cobran vida muchas cosas que olvidadas ya creí, que están en tu voz.
Yo, que te quiero tanto, bendigo este silencio, que vuelve a darme la ilusión perdida. Retornan a mi alma las horas de ternura que, junto a tí, yo disfruté.
Por ella sé la inmensa pena de saber lo que es perder, y es siempre tu voz, que llega de la ausencia, envuelta en el silencio, a refugiarse dentro de mis venas.
En la voz del silencio encuentro nuevamente el ansia loca de buscarte, ilusionado, y demorir en la ternura de tu amor, en la ternura de tu amor, en la ternura de tu amor.

Quisiera estar un poco a solas con los sueños que perdí."


- Andrea Bocelli


domingo, 16 de febrero de 2014

Última parada

"La medida del amor es amar sin medida"
San Agustín

Subes al tranvía. Te sientas en el asiento más recóndito. Por si acaso, te encierras un poco más en ti mismo. Miras hacia la ventana, apoyas la cabeza. Escuchas música. Piensas. Tantas cosas escapan a tu conciencia y lo sabes. Mas agradeces un poco de ignorancia sobre determinadas cosas. Eres consciente de que no podrías con tanta carga, tanta información que solo retrasaría el momento de salir adelante. O tal vez lo agilice un poco, qué más da. Es mejor dejarlo estar. Eso es lo que todos te dicen. Tú, en cambio, quieres dejarte llevar, pero no puedes. Hay algo, algo dentro o fuera que te dice que no es posible. El mundo no gira a tu alrededor. Esa frase te ha perseguido toda la vida, a ti y a todos. Acaso crees que eres diferente al resto. Acaso crees que tu historia es más trágica ahora, o que debe acabar de forma mágica después. Te das cuenta de que no eres más que un número en una lista. Un nombre en un papel. Una pisada de hormiga en comparación con todo lo demás. Aún queda camino, tu respiración empieza a empañar la ventana. Estás nervioso, la música te saca de aquel mundo, pero te lleva a otro peor. Sacas tus propias conclusiones a todo. Palabras detrás de los silencios, pensamientos detrás de las miradas. Has caminado durante horas buscando tus lágrimas, sin encontrar siquiera un leve sollozo. Hace tiempo que no entiendes de eso. Eso se acabó, como todo. Porque todo acaba. O no. Esa es la vida, no sabes cuándo el error es cometer el error o seguir adelante sin más.  Ahora entiendes que no eres más que un ser ridículo más buscando respuestas. Respuestas sobre ti mismo, sobre tu pasado, sobre tus mentiras. Cuando tienes la verdad no vale de nada. Siempre quieres más y nada te sacia. Bajas del tranvía, última parada: soledad.