jueves, 27 de marzo de 2014

Hoy es uno de esos días...


"Me he inventado mil historias
En las que tú te vas
Solo para no reconocer
Que yo estoy lejos ya.
Me he despertado muchas veces
Buscándote
Y cuando te veo aquí
Todo sigue igual

Igual, ya no siento nada si no estás
Ya no busco tu nombre por si estás

Yo quería recorrer tus labios y besar
Tu boca y descorchar mi vida junto a ti
Yo quería haberte sido fiel y navegar por tu jardín
Y ver tus flores crecer en mí

Para serte sincera, ya no busco nada
Ni un cachito de tu cuerpo para besar
Ya no lloro lo que ya he perdido
Ya no tengo ganas de seguir igual

Igual, ya no siento nada si no estás
Ya no busco tu nombre por si estás

Yo quería recorrer tus labios y besar
Tu boca y descorchar mi vida junto a ti
Yo quería haberte sido fiel y navegar por tu jardín
Y ver tus flores crecer en mí

Te he dejado, he dejado de decirte
De decirte que te quiero
Para que vayan borrándose las veces
Que pedí que no te fueras
Pero te juro que…

Yo quería recorrer tus labios y besar
Tu boca y descorchar mi vida junto a ti
Yo quería haberte sido fiel y navegar por tu jardín
Y ver tus flores crecer en mí"

martes, 18 de marzo de 2014

Del tiempo, las dudas

"Tan a destiempo llega el que va demasiado deprisa como el que se retrasa demasiado"
- William Shakespeare

Como cada mañana, como cada noche, ante el espejo. Espejo que siempre devuelve la mirada, que no duda en acompañar los movimientos, que se acerca para mirarte más de cerca a los ojos. Y te recuerda, con cada mueca, con cada gesto, cuántas cosas tienes y cuántas perdiste. Cuántas extrañas y cuántas desearías olvidar. Espejo, que no cesa en su empeño de recordarte que dudas. De ti, del trabajo, del presente, del futuro, de las causas, del por qué, del desastre que has causado. El tiempo que pasa, rápido o lento, asfixiante, metiéndote el miedo en el cuerpo ante la incertidumbre. Siempre esa maldita sensación de que vas a salirte de plano antes de lo que deseas. Esa fijación con que vas por detrás del resto. El zumbido penetrante del vacío que temes, se aproxima. A la vuelta de la esquina, tu destino te espera para reírse por aquel error, por las palabras que nunca dijiste, por las puertas que te cerraste. Puedes oler, ante el espejo, tu propio miedo. Un olor que comparte espacio con tus secretos. ¿Y ahora qué? Desearías, justo cuando empiezas a perderte en tus propias paranoias, que algo llegara para arrancarte el temor que se ha ido acomodando en los huesos, o las dudas. Siempre las dudas. Las que te inquietan hasta que molestan. Las que te arden hasta enloquecerte. Las que te alejan del mundo real. Las que le dan la vuelta a todo y te vuelven del revés. Esas dudas que, cada noche y cada mañana hacen que encuentres a un desconocido ante el espejo.